Nintendo (en representación también de las 1.400 compañías que desarrollan software para la DS) elevó una queja a la corte de Reino Unido, argumentando que hubo en dicho país 100.000 tarjetas R4, desde 2009, una cifra gigantesca, y que son utilizadas en su gran mayoría para jugar juegos pirateados, y no para homebrew software. Por lo tanto y en base a las pruebas, la Suprema Corte de Reino Unido le dio la razón a Nintendo, y prohibió la importación, venta o publicidad de la tarjeta R4.
Me sorprendió esta noticia ya que es raro ver una victoria de este calibre en la industria de los videojuegos. Nintendo debe estar festejando como nunca, a la vez que, probablemente, tratando de llevar este caso a otras cortes, para ver si logra el mismo resultado en otros países (me encantaría verlos acá, jaja). No hay dudas de que es una medida levemente dictatorial (porque seguro que alguien debía utilizar el R4 para correr software propio), y que los gamers encontrarán formas de comprar sus R4 de formas poco convencionales, pero de todas formas no deja de ser una linda victoria para Nintendo en los papeles.
Vía CrunchGear.