Nauka es un módulo con un diseño de la era soviética que comenzó a construirse en 1995 y recién ayer logró llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS) y acoplarse pero no sin dar unos cuantos sustos a todos.
Primero que nada el lanzamiento mediante un Proton M fue normal sin ocurrencias pero ya en órbita hubo un par de fallas especialmente por un glitch de software que provocó una igualación de presión en los tanques de combustible que casi deja a los motores DKS sin uso y limitó su capacidad de reubicar la órbita.
Por su parte la ISS desacopló el módulo Pirs para darle espacio Nauka.
Los rusos habían entrenado a su cosmonauta Oleg Novitsky para acoplar Nauka usando el sistema de telepresencia TORU pero no hizo falta porque el viejo y confiable Kurs realizó el trabajo y el módulo de 20 toneladas logró acoplarse. Pero ahí volvieron los inconvenientes.
Más problemas
Mientras intentaban desconectar el sistema de propulsión que ahora era inútil (y peligroso por los fallos que había tenido) otros propulsores del módulo se activaron repentinamente.
Esto forzó a toda la estación a rotar hasta unos 45º mientras que el módulo Zvezdá encendió los propios para contrarrestar esto.
Por suerte cambiaron a la cápsula descartable Progress MS-17 así Zvezdá no se quedaba sin el preciado combustible que necesita para sus operaciones normales y lograron recuperar el control de la ISS durante los 45 minutos que duró el “problema”.
Los motores de posicionamiento fallidos sencillamente agotaron su combustible y ahí terminó todo.
Ahora Nauka (Ciencia en ruso y se pronuncia Naúka) es parte del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional.
Pueden leer muchos más detalles técnicos en el blog de Daniel Marín.