Las estadísticas de fin de año de Proton dan una muestra de como, poco a poco, Linux empezó a ser una opción viable para algunos gamers.
Proton es un fork de Wine hecho por Valve para poder jugar eficientemente en Linux, y Wine es, para explicarlo sencillo, una capa de “traducción” entre las instrucciones de Windows a las de Linux para que todo funcione más o menos como espera el juego.
El único gran problema es que eso no es tan fácil, depende de la calidad de los drivers de video y de los “hacks” que todo developer de juegos hace para que su juego funcione mejor… en Windows!
Pero estamos hablando de Linux entonces Proton (Wine) tiene que “interpretar” esos hacks y no reventar en el intento. Con mucho trabajo y mucha configuración se puede hacer funcionar casi todo, pero no todo.
La idea de Proton es que el usuario tenga que meter mano lo menos posible y todo esto debido a que Valve quiere lanzar la Steam Deck bajo Linux, por ESO necesita que funcione bien.
Los developers de juegos no tienen ninguna intención en realizar esfuerzo en portar, mucho menos testear, y mucho menos que menos los estudios AAA que sielen recibir incentivos de Microsoft para que eso jamás suceda. La prueba está en las mismas estadísticas.
Si vemos las stats para single player se explica casi todo.
Así títulos como PUBG: BATTLEGROUNDS, Apex Legends, Halo Infinite o New World quedan completamente afuera, sólo el Counter Strike y el Dota2 son los que logran vencer esa tendencia porque… son de Valve!
Llegará la SteamDeck con suficiente compatibilidad? Porque Gold no es suficiente, tiene que ser casi nativo, Platinum o nada.