iRobot, la empresa americana que tantos robots-escoba-aspiradora Roomba nos trajo ha llegado a su fin y pasará a ser parte de Shenzhen Picea Robotics y Santrum Hong Kong, sus proveedores.
Las Roomba no dejarán de recibir soporte, de momento, porque pasa a manos de estas otras empresas y con ello todos sus clientes.
En EEUU comenzaron lo que se llama el “Chapter 11” que es la quiebra voluntaria de una empresa cuando ya no va para ningún lado, empieza la “reestructuración” y muchas veces termina en el paso del control a un acreedor que se cobra con los “restos” de la empresa ahora moribunda.
En algunos casos el Chapter 11 significa el renacer de una marca, en este parece que ya está decidido, pero el proceso terminará recién para febrero de 2026.
Gracias a entrar en este proceso legal iRobot no deja de existir ni operar, las Roomba seguirán funcionando, ahora bien, a futuro, como siempre sucede con todo producto IoT, cualquier cosa puede suceder.
La quiebra de iRobot es entendible, crearon un producto, pero uno que no era patentable, los clones mucho más baratos inundaron el mercado, a la compañía se le cayó una oferta de Amazon por USD 1.700 millones luego del veto de la Unión Europea, necesitaban ese dinero para sobrevivir, pero no pudo ser.
La primera Roomba llegó al mercado en 2002 y, si bien venía sobreviviendo los últimos años, las tarifas de Trump le complicaron el margen porque fabricaban en Vietnam, país que recibió unas tarifas del 46%, volviéndolo insostenible.
Via Reuters


















