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Samsung Galaxy S8 – Review

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Nuevamente te traemos otra review y nuevamente se trata de un smartphone de gama alta de este año. Si bien tiempo atrás ya les habíamos comentado acerca del hermano mayor del protagonista de hoy, desde Tecnogeek creemos que en esta ocasión y generación es menester hacer dos análisis por separado.

Es así como ahora vamos a focalizarnos en el Samsung Galaxy S8, la variante “común” de la pareja de la línea Galaxy S de la firma surcoreana. Tanto éste como el Galaxy S8+ tienen muchas cosas en común, pero las pequeñas diferencias como tamaño y batería pueden ser factores diferenciales, razonables, considerables y justificables para la decisión de compra de cualquier persona.

Teniendo en cuenta esta última premisa más la consideración de que cada experiencia brinda lo suyo y cada usuario genera diferentes relatos, en este análisis vamos a tratar de darte todos los detalles relevantes acerca del Galaxy S8 en base a lo vivido tras unos cuantos días de uso.

Diseño

Desde que pude tener contacto por primera vez con un Galaxy S8, y luego de estarlo observando y toqueteando por unos instantes, sentí que se trataba de un diseño claramente inspirado en su antecesor, los S7/Edge, y lo cierto es que eso mismo lo corroboré todos estos últimos días.

Sí, hay diferencias, pero la base y estructura están establecidas desde hace dos generaciones ya, si consideramos a los S6 y S6 Edge. No obstante, con este S8 se aprecia la máxima pulidez en cuanto a aprovechamiento de curvas y pantallas se refiere.

Comenzando por las curvas, las colocan tanto por delante como por detrás, en sus bordes y contornos a más no poder. Es la primera vez que realmente sentí un móvil tan suave como la seda pero resbaladizo como un jabón. En muchas ocasiones debía sujetarlo con mi dedo pulgar haciendo de base para evitar su deslizamiento, o sino directamente terminaba recurriendo a las dos manos al mismo tiempo.

Su pantalla es un lujo, sea tanto por su aprovechamiento con el resto del frontal como la calidad de imagen. Es increíble cómo se las ingenió Samsung para colocar 5,8 pulgadas en un aparato con unas dimensiones de 148,9 x 68,1 x 8 milímetros.

Es grato ver que a pesar de tener la función Always On Display, también se haya decidido colocar un LED de notificaciones en el frontal. Aparte del jack de auriculares, este LED es otro de los elementos en vía de extinción en los smartphones, aunque es menos resonante.

La parte trasera del teléfono es “marca Sasmung”. O sea, ni bien miramos su carcasa posterior nos damos cuenta que es un Galaxy y no es nada feo ni malo. Es más, estéticamente ya no me parece grotesco que el sensor de huellas dactilares esté al lado de la cámara, en predisposición horizontal.

Hardware

Ahora bien, siguiendo en sintonía con la última parte del apartado anterior, es necesario recurrir a una de las famosas frases que dice que de la teoría a la práctica las cosas no siempre se dan o resultan como deberían. Dicho de otra forma, al principio identificaba rápido el sensor, pero con el paso de los días se me iba confundiendo y, al primer intento, apoyaba el dedo en el lente fotográfico. Sí, es algo contrario a la lógica, en vez de diferenciar e identificar, cada vez la empeoraba más.

Sin embargo, eso no es todo. No sé el porqué, pero luego de dos o tres días el lector de huellas no reconocía cuando apoyaba el dedo. Quiero decir, no era que me arrojaba error de lectura, sino que directamente no lo detectaba, por lo que debía colocarlo más de una vez. Estimo que esto se daba por la suciedad que juntaba con el paso del tiempo, puesto que las veces que lo limpiaba de antemano sí funcionaba correctamente, pero en el S7 Edge que tuve antes no sucedía esto, me marcaba muchos errores de lectura, pero al menos sabía que había un dedo encima suyo.

Otra cosa que no me convenció del todo es su sensor de iris. ¡El primer día que quise configurarlo no pude! No había forma de que me termine de escanear los ojos. Probé de mil y una formas, pero ni así. Entonces, luego de haber evaluado el lector de huellas, decidí retomar mis intentos con el de iris, y ahí sí pude configurarlo bien.

Yo uso anteojos (o gafas, o lentes, dependiendo de dónde vivas y cómo tengas identificado al término). Samsung desde el inicio aclara que lo mejor es hacer el escaneo sin gafas, y sí, es donde más probabilidades hay de una buena lectura. Sin embargo, algunas veces me costaba “colocar” mis ojos en los círculos que marcaba el teléfono, me resultó ridículo el tener que mover el móvil y estar ajustándome a él cuando debería de ser al revés. Además, en reiteradas ocasiones tenía que levantar/elevar su posición y me sentía más tonto aún. Y por si todo esto te pareciera poco, otro ingrediente nefasto era que, en muchísimas ocasiones, tuve que abrir de manera algo exaltada los ojos para permitir una rápida y correcta lectura del sensor.

Para hacer una evaluación rápida, el escáner de iris habrá funcionado correctamente en el 70% de las ocasiones, pero eso incluye estar adaptándome a los requisitos marcados. Con los anteojos me funcionó de manera óptima en una sola ocasión, el resto siempre daba error.

En otras palabras, esta última tecnología es más que evidente que denota y necesita un mayor desarrollo, su implementación no es la adecuada y muchos (como yo) terminarán recurriendo al clásico sensor de huellas… o puede ser contraseña o patrón o escaneo fácil.

Justamente, otro de sus modos de desbloqueo, el escaneo facial, es tan rápido y práctico como adictivo. Éste sí que va muy bien y fue el que más me gustó porque no era necesario estar “acomodándome” al smartphone, sino que me registraba al instante, con o sin gafas incluso.

Ahora paso a otro punto polémico, el botón de Bixby. Voy a ser franco y directo: ME CANSÓ. Lo presionaba de manera errónea más de lo deseado. Para hacerla fácil, me equivocaba más en la cantidad de veces que apretaba esta tecla que en las que colocaba mal el dedo en el sensor de huellas, y no estoy exagerando.

Aparte de eso, actualmente no se le puede sacar provecho. Lo inspeccioné unos minutos pero nada más. ¿De qué me sirve algo que ni siquiera está a medio camino? No se diferencia mucho de la competencia (de hecho, está en clara desventaja) y no brinda beneficios prácticos para los usuarios finales, menos aún para los que se manejan con el español.

Por otro lado, el “botón” de home frontal, ese que está dibujado en la pantalla y simula ser uno físico con una vibración emitida al presionarlo, anda diez puntos. No es lo mismo que una tecla de toda la vida, pero hace su trabajo como corresponde.

Un dato que me parece oportuno colocarlo en este apartado del review es la mención al sensor de luz ambiental. Los primeros días no andaba de manera óptima y esto hacía que a veces la pantalla esté con demás brillo en situaciones donde no era necesario, o sucedía un proceso a la inversa y tenía que modificar el brillo de manera manual. Con el paso de los días eso se fue puliendo y luego dejó de ser inconveniente. No sé por qué se dio, pero no quería dejar pasar por alto este detalle.

Adentrándonos en sus tripas, estamos ante un verdadero tope de gama de 2017. En mi caso se trata de la variante SM-G950F, es decir, aquella que está compuesta por un procesador Exynos 8895 (octa-core a 2,31GHz), GPU Mali-G71, 4GB de RAM y 64GB de ROM.

Algo que no hice en este teléfono fue ver cuánto almacenamiento interno estaba disponible desde el comienzo, pero es que con 64GB ni necesitaba saberlo, hay mucho espacio. Y si eso no alcanza, se puede recurrir a una MicroSD, o hasta la nube. Hay muchas opciones, y creo que la gran mayoría de personas estarán conformes.

El equipo anda perfecto en cuanto a rendimiento. Extrañaba tener un gama alta, más viniendo de un Moto E4 Plus :P. No hay nada de lag ni ninguna de esas cosas raras, todo va impecable.

Un día hice una evaluación más exigente y le dediqué 1 hora y 53 minutos ejecutando videojuegos de manera continua. Para aquellos más detallistas o curiosos, a continuación les dejo un listado de los juegos que usé con su respectivo link a la Google Play Store por si los quisieran probar:

En ciertas ocasiones sentía el teléfono algo tibio. Nunca se calentó, incluso cuando finalicé la sesión de juegos probé apoyarlo a la oreja y se podía usar normal, sin molestia alguna.

La experiencia de juego en sí fue impresionante, todo corría fluido, con excelentes gráficos y a los fps correspondientes.

En otras palabras, si ni siquiera tuvo problemas en esas casi dos horas de uso intensivo, menos todavía en los restantes momentos y días.

Para finalizar este ítem, quiero comentarles que al momento de haber comenzado a jugar tenía un 48% de batería, y cuando finalicé la prueba la pila se redujo hasta el 10% de carga. Recuerden, todo eso pasó en casi dos horas seguidas de juego.

Multimedia

Hoy en día lo primero que impacta en una persona al ver el teléfono es su diseño, pero en ello también tiene mucho peso (y de manera combinada al aspecto) su pantalla. El display es del tipo Super AMOLED de 5,8 pulgadas a una resolución de 2.960 x 1.440 píxeles, dando así una relación de aspecto 18,5:9 y unos 570 ppi. Todo esto está recubierto por Corning Gorilla Glass 5.

No hay dudas de que Samsung hace las mejores pantallas. Una calidad increíble, unos colores y contrastes atrapantes y una nitidez envidiable por muchos otros teléfonos de la competencia. Pueden usar este panel para lo que quieran: ver redes sociales, navegar por internet, visualizar videos, etc.

Quizás algunos puedan tener cierto temor o rechazo a los laterales edge, pero en mi caso particular ni me acordaba de su existencia. Estas curvas ya pasaron a ser algo meramente estético y dejando la funcionalidad a un segundo (o tercer o cuarto) plano/puesto.

Lo que sí me molestó bastante, en especial los primeros días, fue la sensibilidad de esa pantalla, la cual era demasiado alta y ante cualquier rose me lo detectaba como un toque y se producía más de una acción no requerida ni deseada.

Se agradece en demasía la manera en que Samsung decidió ampliar el tamaño del panel, esto es, hacerlo más largo que ancho. Da más facilidad a la hora de sujetarlo y de interactuar con el móvil.

Su cámara principal es de un solo lente de 12MP con apertura f/1.7, PDAF, OIS y un flash LED. No puedo afirmar que sea la mejor cámara en un smartphone puesto que no las probé a todas y además no soy de comparar continuamente con otros. Si nos centramos en el Galaxy S8 en sí, les puedo garantizar que tienen una excelente cámara para sacar fotos.

Enfoca rápido, capta bien y soluciona de una manera bastante apropiada cuando intenta tomar una imagen en movimiento.

Complementando con algunas fotos que ya les mostramos en nuestra página de Facebook, ahora voy a pasarles a dejar unas tomadas de día, con la configuración en automático y sin modificación alguna a las ilustraciones:

Por aquí, un par hechas de noche SIN el flash LED activado:

Por último, les dejo las 4 últimas que están organizadas para compararlas de a pares. Es decir, van a ver dos fotos de una misma escena, pero la primera de ellas corresponde a imágenes realizadas SIN el flash LED, mientras que las segundas son con dicho flash ACTIVADO. Vean y saquen sus conclusiones:

Como última instancia para la cámara trasera, me encerré en una habitación COMPLETAMENTE A OSCURAS y le saqué una instantánea a un objeto (una caja de un Galaxy S6) contando como único apoyo con el flash LED propio del S8:

Para aquellos que les encanta captar los momentos en video, con la lente trasera/principal pueden capturar videos en variadas calidades. Una de las opciones puede ser en Full HD a 60fps. Para que ustedes mismos puedan sacar sus propias conclusiones, les voy a dejar una muestra hecha con dichos parámetros a continuación:

La máxima resolución que permite el Galaxy S8 es en 4K pero baja hasta los 30fps. Así es la calidad del producto final que nos entrega con estas cualidades mencionadas:

En cuanto a la cámara frontal, se trata de una de 8MP con apertura f/1.7 y AF. Como no soy fotogénito le pedí a unos amiguitos míos que me acompañaran. 😛 La primera selfie (ubicada a la izquierda) fue hecha de día con buenas condiciones de luz, aunque en la sombra (hacía un calor de morirse).

La segunda (a la derecha) fue ejecutada de noche, en interior y con unas condiciones de luz normales, por así decirlo. O sea, se realizó en la cocina de mi casa, pero como es una parte larga del hogar tengo dos luces. En este caso estaba encendida la línea que daba a la otra punta de donde yo me encontraba, y a pesar de todo el sensor captó muy bien la situación. Vean las fotografías comentadas:

El móvil tiene un único altavoz ubicado en su borde inferior. Su calidad es muy buena y potente, no se distorsiona el sonido por más que lo llevemos a su máxima potencia. Hasta acá todo bien, pero el tema no viene con su calidad, sino con su ubicación.

Es muy fácil taparlo. Es más, en mi caso cuando hice la prueba de los videojuegos, lo habré tapado como en el 70-80% del tiempo en que usé el equipo. No, no es broma esa cifra, entre que es compacto mis manos son grandes.

De lo que sí estoy más que agradecido es de su conector jack de 3.5 mm para auriculares. Gracias Samsung por dejar algo tan vital. Hubiera preferido que estuviera en el borde superior, pero creo que ese capricho queda solventado con tan sólo haberlo incluido aunque sea abajo. Soy de aquellos que piensan ¿Por qué sacar algo tan popular y globalizado? Además, así se aprovecha el puerto de carga para otra cosa y de manera independiente.

En cuanto a los auriculares marca AKG, debo decir que se nota la calidad de audio de los mismos. Ahora bien, lamentablemente para aquellos más minuciosos debo informarles que yo no soy fanático ni especialista en el tema sonido. En otras palabras, con que algo suene medianamente bien me basta. En el caso de los AKG suenan de mejor calidad pero con algo menos de potencia que otros a los cuales enchufé al Galaxy S8, y eso que “los otros” son auriculares de menor calidad/precio.

Conectividad

Aparte del jack de 3.5 mm mencionados en el apartado anterior, también contamos con un puerto USB tipo C. Y lo mejor de todo es que Samsung decidió colocar adaptadores en la caja, uno de MicroUSB a USB tipo C y otro de USB tipo A a USB tipo C.

A esas cosas debemos de sumarle el Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac, Wi-Fi de doble banda, Wi-Fi Direct, Bluetooth 5.0, GPS, A-GPS, GLONASS, BDS, GALILEO y NFC. Para los más nostálgicos sepan que NO hay radio FM.

Al ser la variante europea del Galaxy S8 (SM-G950F) corroboré de manera inmediata que su 4G LTE sea totalmente compatible con las bandas de frecuencia de Argentina, y así fue. Menos mal.

La calidad de las diversas conexiones es estupenda. El Wi-Fi es de largo alcance y el resto funciona de manera óptima. No puedo explayarme mucho en su conectividad puesto que tiene multitud de cosas y todas marchan muy bien.

Batería

Tenemos una batería de 3.000 mAh que, por suerte, viene con posibilidad de carga rápida. Al tener un procesador Exynos estamos ante Adaptative Fast Charging, la solución propia de Samsung. Ah, sí, el cargador rápido también viene dentro de la caja, incluido en el precio final del equipo (¡Tomá, Apple!). Y como debe de hacerse para otorgar un review de lo más fiel, vale la salvedad de que SIEMPRE utilicé este cargador original para recargar el teléfono.

Si bien la cifra de 3.000 mAh puede parecer buena, la cuestión es que debemos recordar que tiene una tremenda pantalla y gran resolución. Por cierto, el panel de por sí viene configurado en Full HD+ (2.220 x 1.080 píxeles), pero yo para probar todo a tope como corresponde lo modifiqué a Quad HD+ (2.960 x 1.440 píxeles). Como debería de ser, al haber aumentado la calidad del display la autonomía disminuye.

Habiendo hecho esa aclaración, paso a comentar de manera breve los resultados obtenidos en base a mi experiencia y uso personal. Para respaldar mis palabras acompañan unas capturas de pantalla en las que TODAS fueron hechas cuando me quedaba solamente un 1% de batería, ya estaba al borde del abismo en autonomía. Comienzo con la evaluación:

El primer día llegué a una autonomía de 15 horas, 3 minutos y 39 segundos. O, visto de otra forma, logré alcanzar las 6 horas, 19 minutos y 20 segundos de pantalla encendida.

Otra prueba aparte que quise hacer fue medir el tiempo de carga con el cargador rápido del mismo móvil manteniendo el equipo APAGADO. Es así como pasó del 1% al 100% en 96 minutos (una hora y 36 minutos).

El segundo ciclo la cosa disminuyó de manera considerable, y eso que el uso fue prácticamente igual. Aquí el smartphone logró 7 horas, 14 minutos y 15 segundos de uso. La pantalla estuvo activa durante 4 horas, 9 minutos y 49 segundos.

Aquí volví a medir el tiempo de carga del aparato con su cargador original y rápido pero manteniendo el teléfono PRENDIDO, en modo “normal”, o sea, sin desactivar nada en especial ni colocar el modo avión. Sorprendentemente, tardó 101 minutos (una hora y 41 minutos). En otras palabras, prácticamente no hay diferencias de tiempo en cargarlo apagado o encendido.

En este caso logramos una media entre el primer y el segundo día. En el tercer período de prueba la autonomía total fue de 22 horas, 26 minutos y 27 segundos. En cambio, la pantalla estuvo encendida durante 5 horas, 10 minutos y 4 segundos.

En el cuarto día la pila tuvo un uso de 19 horas, 10 minutos y 47 segundos. La pantalla estuvo activa 6 horas, 13 minutos y 52 segundos.

Quinto ciclo de prueba y aquí los resultados fueron de 23 horas, 23 minutos y 13 segundos en cuanto a uso de batería de manera continua. Por su parte, la pantalla encendida llegó a las 5 horas, 30 minutos y 21 segundos.

En el penúltimo día de evaluación la cifra de autonomía en general bajó, pero aumentó la pantalla. Es decir, el Galaxy S8 logró 17 horas, 13 minutos y 6 segundos de uso; mientras que el display estuvo activo 6 horas, 4 minutos y 12 segundos.

Y para el último ciclo los números bajaron en todos los aspectos, pero aquí es necesario recalcar que fue un día de mucha exigencia de mi parte. Es así como el uso de la batería de manera continua fue de 11 horas, 17 minutos y 14 segundos. La pantalla estuvo activa 4 horas, 57 minutos y 20 segundos.

Software

Contamos con Android 7.0 Nougat recubierto por Samsung Experience en su versión 8.1, la que viene a ser la nueva capa de personalización del fabricante surcoreano, reemplazando a su viejo y conocido TouchWiz.

Ni bien prendí el equipo el primer día ya tenía una actualización de software que me trajo consigo, entre otras cosas, el parche de seguridad de Android actualizado al 1 de octubre del presente año. Las siguientes capturas son una muestra final y fidedigna de lo que acabo de contarles:

Tuve un inconveniente cuando estaba configurando el teléfono ni bien lo tuve en mis manos, algo que no sé cómo catalogar ni llamarlo. Resulta que si ingresaba al cajón de aplicaciones y llevaba algún acceso directo en el escritorio del teléfono que figuraba ni bien se lo desbloquea, el mismo quedaba “flotando” y se superponía con otros. Y lo más loco era que no los podía remover y no cumplían con ninguna función, incluso me bloqueaba el acceder a los otros íconos que estaban detrás suyo. A continuación les dejo con dos capturas que hice en donde podrán visualizar lo relatado en la parte superior de la pantalla:

En el primer caso se trata del ícono de Google Maps y en el segundo el de Google Keep, pero esto se daba con cualquier otra aplicación. La única manera de solucionar esta situación era reiniciar el teléfono.

En un momento me asusté porque si bien esa app “flotante” desaparecía con el reinicio, al querer colocar otra volvía a presentarse la misma escena, así que me iba haciendo la idea de que esto iba funcionar mal siempre. No obstante, sin razón ni lógica alguna, el problema dejó de estar presente luego de unos 4 o 5 intentos y nunca más volvió a aparecer (por suerte).

Salvo por ese detalle, el resto del software y su funcionamiento fue diez puntos. Nada de lag(wiz), todo fluido y correcto. Si son de los amantes de un Android más puro tipo a lo presente en equipos Nokia o Moto, a lo mejor les llevará un tiempo acostumbrarse a Samsung Experience, pero en lo personal me parece una capa bastante madura y aceptable, con funciones e interfaz simples y pragmáticas.

Conclusión

A modo de cierre podemos dar por concluido que el Samsung Galaxy S8 es un teléfono hermosamente potente, prácticamente avanzado y funcionalmente seguro. No obstante, presenta algunos ítems inmaduros.

Tenemos un hardware puntero, con un rendimiento que estoy seguro es y será de sobra para todo tipo de usuarios. La cámara fotográfica es la función que me parece más destacada y con mejores resultados, sin menospreciar los demás puntos.

Su conectividad es de lo más completa y avanzada. A lo mejor para quienes vivimos en Argentina no podemos apreciar ni usar esto de manera completa, pero igualmente sus opciones son diversas y de calidad. La única ausencia es la radio, pero eso no me parece algo imprescindible.

La batería es el punto más indeciso de este móvil. En líneas generales podríamos decir que su autonomía está en la media, o quizás hasta con un sabor agridulce al ser algo inestable dependiendo de su ciclo. Haberle colocado algunos miliamperios más hubiera sido un verdadero acierto y se transforma en una necesidad real y constante.

Su diseño es soberbio, elegante, atractivo y llamativo. Creo que Samsung acertó en haber hecho una continuidad con generaciones anteriores pero terminando de pulir lo que ya estaba bien realizado. Sin duda, el teléfono no pasará desapercibido para nadie.


Lo Bueno

  • Pantalla con un estupendo aprovechamiento del frontal.
  • Su display brinda imágenes de gran calidad.
  • Hardware puntero, rendimiento supremo.
  • Diseño atractivo y llamativo.
  • Presencia del conector jack de 3.5 mm para auriculares.
  • Traer muchos accesorios de calidad en su caja.


Lo Malo

  • El sensor de huellas no funciona del todo bien.
  • Es fácil confundir el lente de la cámara principal con el sensor de huellas en el primer intento de desbloqueo.
  • La batería es inestable y no tiene gran capacidad.
  • El lector de iris deja mucho que desear.


Lo Feo

  • ¡El botón de Bixby!
  • La ubicación del altavoz se tapa fácil al ejecutar videojuegos.

2 COMMENTS

  1. Tengo 3 conocidos que lo tienen y lo MAS feo es que todos le pusieron un vidrio cubre pantalla pq el miedo que se rompa es ALTÍSIMO. Un descuido y te cobran el cambio de pantalla lo mismo que el celu nuevo en EEUU y la mitad del celular acá.
    Hermosa pantalla, pero a mi que me gusta la funcionalidad, nunca tendría uno de ellos.
    Incluso uno que tiene mucho dinero, un hombre grande de negocios, le está cambiando el vidrio 1 vez por mes!
    Me parece que el teléfono no es para todos. Este ni ninguno de los modelos de la pantalla curva.
    El resto del cel si me parece genial!

  2. Maik dijo:
    [quote]Tengo 3 conocidos que lo tienen y lo MAS feo es que todos le pusieron un vidrio cubre pantalla pq el miedo que se rompa es ALTÍSIMO. Un descuido y te cobran el cambio de pantalla lo mismo que el celu nuevo en EEUU y la mitad del celular acá.
    Hermosa pantalla, pero a mi que me gusta la funcionalidad, nunca tendría uno de ellos.
    Incluso uno que tiene mucho dinero, un hombre grande de negocios, le está cambiando el vidrio 1 vez por mes!
    Me parece que el teléfono no es para todos. Este ni ninguno de los modelos de la pantalla curva.
    El resto del cel si me parece genial![/quote]

    Yo he leído por Internet, e incluso conozco a personas que le pasó, que al colocar un vidrio para cubrir la pantalla, ésta empieza a funcionar mal en lo táctil, especialmente en los laterales edge.
    Algo curioso e irónico lo mío, pero jamás le puse de esos films.

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