Ya han pasado 20 años desde el anuncio oficial del lanzamiento de Gmail, la plataforma de correo “gratuita” de Google que cambió radicalmente el mundo del correo electrónico.
El servicio se presentó un curioso 1ro de Abril, día de los inocentes en EEUU, por lo que no todo el mundo lo tomó muy en serio, sin embargo la empresa iba para adelante con un servicio que, originalmente, fue sólo por invitación.
Allá por Junio de 2004 recibí una invitación de Mariano Amartino que me la dio para que probara el servicio y desde entonces la mantengo como cuenta principal para comunicarme.
Ahora bien, lo que empezó gratis nunca lo fue realmente, Google usó la plataforma primero para afianzar su base de usuarios y sacarse de encima gran cantidad del spam, pero, con el tiempo, la empresa dejó el motto de “don´t be evil” y abrazó el lado oscuro con fuerza.
Desde entonces los servicios gratuitos como el correo con dominio propio pasaron a ser pagos forzosamente, el almacenamiento dejó de crecer y pasó a ser pago (algo lógico si pensamos en que debía monetizarse de alguna forma), pero algo mucho peor se sumó: Google empezó a decidir qué era bueno y qué no.
En la actualidad es altamente probable que un correo propio, que no sea Google u Outlook, nunca llegue a destino sin pagar el servicio de un sender. El protocolo antiquísimo que rige el email fue solapado con capas de exigencias de la misma forma que ha hecho Google con Search.
En el caso del correo arruinó comunicaciones enteras y hoy en día sólo es factible de usarlo para quienes tienen cuentas de gmail entre sí o los spammers, esos que SIEMPRE logran evadir las medidas de Google porque… en gran medida son sus socios.
Ojo, los spam de scams y basuras han sido bien atendidos por el filtro de spam de Gmail, con altibajos han logrado una calidad más que óptima, pero el “otro” spam, ese que va de la mano de la publicidad, ese ha ido creciendo, suscripciones que sortean el “marcar como spam” y similares.
Google tuvo en su poder varias herramientas geniales como Google Talk que, asociada a tu cuenta de Gmail, era la mejor forma de comunicarse sin depender de Whatsapp o una línea telefónica. Google mató ese producto de forma totalmente irracional. Hangouts, su reemplazo, fue un desastre y tardó años en afianzarse y ser un producto decente, cuando lo logró… lo mataron también. La versión actual del chat es irrelevante, Gmail sigue bien arriba, su chat es totalmente evitable.
Hace unos años sacaron la versión HTML para máquinas viejas, acceder desde IMAP o POP se volvió imposible, Google es un monstruo que lo arruina todo y fagocita la interoperabilidad cada vez que logra el monopolio absoluto. Eso ha hecho con el correo electrónico también emulando las peores prácticas de Microsoft.
Hoy por hoy es imposible usar un teléfono Android sin una cuenta de Gmail, pero curiosamente millones de usuarios ni lo saben, ni siquiera dieron de alta esa cuenta, lo hizo un operador de una compañía telefónica, el correo ha ido perdiendo su identidad y es más la gente que cree que la misma es Whatsapp o su línea telefónica que su correo. ¿Podrá contra eso Google?
Es difícil sobrevivir 20 años en el mundo de Internet, Google lo logró con creces, Gmail también, el servicio de correo será un cuasi-monopolio restrictivo, pero funciona muy bien, ha acertado en lo más básico y difícil y, extrañamente, ha asesinado el chat, que tan difícil era de afianzar, pero sigue aquí.
¿Seguiremos usando email en el futuro? Creo que sí, no he encontrado herramienta superadora, menos cuando Slack o cualquier red social dejan en claro la volatilidad de nuestros datos cuando no nos pertenecen.
Google ha cometido graves errores en ese sentido, pero la consistencia de Gmail es una de las rarezas de la empresa y esperemos que siga así por muchos años más.
