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EEUU contra Huawei

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Es una historia por demás extraña para nuestro ambiente tecnológico pero que tiene sus repercusiones en toda la industria. EEUU no sólo había logrado que Canadá encarcelase a Meng Wanzhou, hija del magnate dueño de la empresa y además jefa de finanzas de la compañía, sino que ahora presenta dos demandas en su contra por espionaje.

El punto es el siguiente, Huawei es muy fuerte y muy grande y el gobierno de los EEUU viene insistiendo hace rato con que la misma entrega información a su gobierno, por un lado, y que vende hardware a países que tienen marcados como terroristas con bloqueo de transferencia tecnológica como Irán y Corea del Norte.

Como EEUU tiene leyes específicas que sancionan a estos países si un tercero las viola, en teoría, estaría violando las leyes de EEUU. Se que suena extraña semejante injerencia de uno por sobre el otro pero si justo el responsable está dentro de un país aliado ahí aprovechan y es lo que sucedió.

Igualmente para entender todo esto en contexto hay que mirar a la guerra comercial entre EEUU y China, es ahí donde está la clave, el problema que se da es que meterse con la plana mayor de Huawei es intimidante y hace mucho ruido.

Recordemos lo que sucedió hace poco con ZTE justamente por un caso similar, bloqueada de todo tipo de exportación hacia los EEUU y con sanciones enormes, tuvieron que conceder a toda demanda, pagar todo y recién ahí ser tenidos en cuenta para que se le levantaran las penas.

EEUU es bastante estricto con toda empresa que venda tecnología a Iran o Corea del Norte o quien sea su rival en ese momento, como es algo que también maneja la justicia de dicho país (ya que tienen leyes al respecto) y esto se combina con que toda empresa de China busca vender en su mercado (el que más rinde $$) ahí es donde se da el cruce de ambos intereses.

Las empresas chinas suelen utilizar proxys para hacer las ventas o transferencias de tecnología, pero eso no significa que no sea detectable, en muchas ocasiones es bastante obvio, en otras es el trabajo de espionaje propio el que lo desenmascara.

En una de las presentaciones de la justicia de EEUU se acusa a la empresa y formalmente a Meng Wanzhou de venderle tecnología de los EEUU a Irán en violación a sus leyes.

El otro caso es por robar informacón y tecnología de T-Mobile, sin medias tintas, robar tecnología en la cual un empleado de Huawei entró a un laboratorio de testing de T-Mobile, se robó un brazo robótico en su bolso de notebook y se fue caminando. Todo para saber cómo eran los sistemas de testeo de T-Mobile para los celulares.

Es medio locura pero así está en la demanda 😀 Una radicada en New York, la otra en Seattle, según el FBI a la empresa le importó un bledo la ley a la hora de obtener información, como que moralmente les importó poco.

Esto es una escalada del gobierno de Trump en su “negociación” comercial con China, usualmente no irían tras la hija del dueño de forma tan obvia y personal sino que aplicarían sanciones en general, o encontrarían al empleado que se robó ese brazo robótico y lo colgarían de ya saben dónde, pero esta es una guerra comercial en su punto más alto y no se pueden ir con medias tintas y negociar tan pronto.

Es interesante la historia del robo del robot que puede leerse en ArsTechnica, se las recomiendo.

Por otra parte, el primer caso, el que pega directo a Meng Wanzhou, es por mentirle a los bancos de EEUU sobre sus actividades con Iran, esto, si se deja pasar, los deja a los bancos en rojo siendo cómplices porque la ley de EEUU prohibe a sus propias empresas participar de este tipo de operaciones con países enemigos y bloqueados.

Cuando ella le declaró a los bancos que no había relación entre Huawei e Irán es cuando pasó a ser la principal acusada, tomó la responsabilidad, según la fiscalía son estas mentiras las que convencieron a los bancos y por eso siguieron operando. Suena más a limpieza de manos por parte de los bancarios, algo usual, pero la ley norteamericana permite eso, si uno se lava las manos primero y confiesa queda el otro en el banquillo.

Con esto del arresto de Meng no es de extrañar que China tome sus represalias por proxy también, arrestando canadienses en base a espionaje o semejantes. Es una guerra comercial jugada de costado entre Trump y Xi Jinping que afectará de forma negativa a toda la industria de la tecnología.

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