Si les hablan de batería y arena a muchos esta combinación les hará ruido pero les aseguro que hay muchas novedosas formas de almacenar energía que están poniéndose a prueba.
Esta es la primera aplicación comercial del uso de arena para conseguirlo y, como tantos otros métodos, buscan almacenar todo eso que las fuentes solares y eólicas dan de forma intermitente y no controlable. Porque uno no decide el viento ni mucho menos sabe cuándo necesitará toda la energía, y el sol sólo aplica para las horas diurnas.
Otros métodos como baterías de flujo, de cambio de fase de silicio, sal fundida, hierro-aire, de rgavedad, de expansión de dióxido de carbono y hasta de flotación son ejemplos de métodos para almacenar el sobrante que aplican a solar-eólica.
Polar Night Energy , una empresa finlandesa, acaba de habilitar comercialmente una batería que usa arena en un tanque de acero aislado de 4 metros de diámetro por 7 de alto. La arena es calentada por un intercambiador de calor ubicado en el centro del tanque y puede mantener 8 megawatts-hora con una potencia nominal de 100kW con la arena a unos 600 grados centígrados.
El calor almacenado se intercambia nuevamente cuando hace falta volver a transformar esta energía en electricidad. La compañía habla de una eficiencia del 99% lo que no es para nada creíble (todo lo que involucre calor implica pérdidas) pero lo interesante es que el costo de setup es de unos €10 por kilowatt-hora y funciona automatizado y sin mucho mantenimiento porque… es un tanque con arena!
Lo interesante es que puede escalar fácilmente y también se pueden aumentar las temperaturas de operación para logar mayor almacenamiento, no requiere válvulas de presión ni nada que implique vapores tóxicos, es sólo arena caliente.
